viernes, 23 de noviembre de 2007

Propuesta de Gerardo Repetto



La propuesta de Gerardo Repetto involucra a los otros fotógrafos del equipo.

Experiencia telesensible se trata de cuatro fotografías realizadas a partir de la impresión que produce, sobre un papel fotográfico, la luz emitida por el display y el teclado de un teléfono celular.

De manera cooordinada cada uno de los fotógrafos envió mensajes de texto al celular. La cantidad de mensajes recibidos determina el grado tonal de la imagen final.

Los mensajes fueron emitidos desde cuatro lugares distintos. Santa Fe, Cordoba y Buenos Aires (capital y provincia) y recibidos en Córdoba capital.

Una foto en tiempo real





En el transcurso de la inauguración se realizó una imagen en tiempo real a partir de la luz emitida por el display de un celular.

Los presentes al evento enviaban mensajes de texto a un celular que estaba apoyado sobre papel fotográfico y allí se manifestaba de forma visual la participación del público.

Luego se reveló en un laboratorio armado para tal fin al lado de la sala.

Esta propuesta es parte del proyecto que presentó Gerardo Repetto en el marco de experiencia sensible.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Propuesta de Constanza Vicco: Diana


Un final en el comienzo.

Tras darle vueltas a una reflexión que siento inherente a lo que hago, doy con esta imagen que produje ¿azarosamente? ¿destino? ¿fatalidad? ¿qué del accidente y qué de mí? hace unos cuantos años y que quedó en una especie de limbo.

Pasó que a mi cámara, Diana, le pasa por arriba un auto. Este hecho de por sí me pone en una situación de final. Ya no habría más Diana, no más fotos con mi Diana era todo lo que podía pensar. Cuando abrí el bolso para revisar los daños encontré que no quedó de ella más que la película expuesta de ese instante. Inmediatamente cerré el bolso. Guardaba la intención de ver qué de lo que había fotografiado ese día se podía salvar.
Lo que ocurrió fue que la imagen que se imprimió tras haber abierto el bolso, con sus rastros de cámara pegados a la película es una explosión de luz que por muy poco no llegó a invadir los registros anteriores. Mi preocupación estaba centrada en la pérdida de un resultado que sólo conseguía con esa cámara. Si es tan así o no, ya no importa mucho, el tiempo lo diría y eso lo sé ahora. Resultó que en este caso “la última foto” eran dos: el fotograma anterior al quiebre (que milagrosamente sobrevivió la edición y quedó casi intacto) y la explosión de luz, una rareza. Copiar esa foto fue una curiosidad, algo que no imaginé que tuviera una continuación. También fue un modo de sublimar y cerrar la pérdida de una cámara que en aquel entonces era para mí, difícil de conseguir y otro tanto de dejar ir. Hacíamos una buena dupla, la estábamos pasando muy bien juntas. No habría más cámara pero quedó el registro de un accidente…
Un giro, y otra vez, un final en un inicio: hoy recurro a esa foto, o mejor aún, a las circunstancias que la generaron. Situar este hecho no provocado es mi propuesta inicial, como dice Flusser “…una escena en la que lo significativo no son los propios elementos, sino las relaciones entre ellos…” Liberada, tras todo lo dicho, se desprende esta obra a la que llamo “Diana”. Y al elegir un nombre decido investigar un poco más acerca de su origen, la razón de su significación y de su forma. Para asociar, para jugar, para atar cabos, y quizá, para comprender un poco más su particular impronta.

a) Según el diccionario
diana.(De día).
1. Toque de una agrupación musical que señala el comienzo de un día festivo.
2. Punto central de un blanco de tiro.
3. Blanco de tiro, constituido habitualmente por una superficie en la que hay dibujadas varias circunferencias concéntricas.
4. Órgano o célula donde se dirige la acción de un reactivo, un medicamento, una enzima, etc.
1. hacer diana. Acertar en la diana, atinar.

b) Otras versiones:
b) Otras versiones:
Nombre Femenino de origen Latín.
Del latín día, la del día.
Llena de luz divina.
Diosa de la luna
la del día, la diurna; del latín diviana: divina.

La etimología de su nombre es simplemente ‘la Diosa’. Según la mitología romana Diana era la diosa de la caza y la naturaleza. En su complicada historia como deidad romana hay un pequeñísimo detalle que rescato:

"…Cuando se encuentra con su padre Zeus, la niña pide un raro favor: quiere tener el privilegio de ser portadora de la luz... poderoso dios y humano personaje, le hace gracia la petición de la niña y le concede todo lo reseñado…”

Última imagen editada


Esta es la última imagen editada de Constanza Vicco antes de la rotura de Diana.

La puesta en sala






martes, 13 de noviembre de 2007

Propuesta de Gustavo Frittegotto






Como fruto de experiencia sensible cada fotógrafo hizo su interpretación de los diversos conceptos teóricos.
Esta imágenes que preceden son la propuesta de Gustavo Frittegotto.
Tiene que ver con lo intangible de la espacialidad allende los límites de la pampa.
Una idea en la cual trabaja hace tiempo.
Mensurabilidad del aire y vacio.

Propuesta de Norberto Salerno


Poco se sabe sobre la primer imagen fotográfica, si bien la fotografía es un producto de su época (aparece simultáneamente en diferentes paises entre 1800 y 1840) se le atribuye al francés Joseph Nicéphore Niépce el haber logrado fijar la primer imagen con una cámara oscura. Aunque no hay certeza si la imagen tomada desde la ventana de su estudio en Saint Loup de Varennes es en verdad la primer imagen fotográfica (hay quienes insisten en una naturaleza muerta como anterior) ni la fecha del acontecimiento (1822 o 1826)[1], dicha fotografía ha trascendido como el primer intento certero de obtener una imagen sin la mediación de un sujeto. La técnica utilizada por Niépce era sumamente primitiva, la substancia sensible fue el betún de judea, emulsionado sobre una placa de peltre, que una vez expuesto era “revelado” en aceite de petróleo (que diluía el betún no expuesto a la luz), y formaba una precaria imagen que necesitaba de un tiempo de exposición de ocho horas.

Mucho se dijo sobre el sitio desde donde fue tomada la famosa fotografía y aun no se sabe a ciencia cierta donde estaba el lugar exacto. En 1989 con motivo del 150 aniversario de la invención de la fotografía historiadores franceses buscaron el lugar infructuosamente.
En 1976 el historiador brasileño Boris Kossoy abrió las puertas al revisionismo en la historia de la fotografía, mientras el estado francés le compraba a Daguerre su revolucionario invento, en Río de Janeiro, otro francés, Hercule Florence, producía imágenes con una cámara oscura utilizando papel emulsionado con sales de plata, y utilizando por primera vez la palabra “fotografía”[2]. A la luz de estas investigaciones, y según estudios posteriores surge un dato extraño, que vuelve a vincular el invento de la fotografía con el nuevo continente. Aparentemente Niépce habría vivido algún tiempo en la ciudad de Santa María de los Buenos Aires, en lo que entonces era una colonia española. Según algunas cartas encontradas después de su muerte por su hijo Isidore, la familia del inventor (una familia de la burguesía de provincias pero con sólidos lazos con la monarquía) habría huido de Francia tras la revolución en 1789, escapando del terror jacobino.

Sus padres junto con Joseph y su hermano Claude se habrían exiliado en Buenos Aires hacia 1796, luego de una escala en Cerdeña, retornando a Francia hacia 1812, cuando las luchas por la independencia les recordaran aquello de lo que huían, probablemente el fusilamiento de su compatriota Santiago de Liniers, apresuró su regreso[3]. Se especula que es allí donde Niépce comienza sus experimentos (de ahí la elección de tan primitiva substancia como el betún, que solo se explica por la imposibilidad de encontrar sales de plata en estos parajes), y que la famosa imagen en verdad no fue tomada en territorio francés, sino en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, en un pequeño caserío en donde los Niépce poseían una pequeña chacra; a unos 15km del centro de la ciudad, en los márgenes de lo que entonces era el Camino Real, en una localidad que hoy lleva el nombre de Ciudadela.




Norberto R. Salerno


[1] La placa fue encontrada en 1952 por Helmut Gernsheim y está fechada en 1826, aunque se supone que los experimentos de Niépce comenzaron mucho antes. Ver: Jean Claude Lemagny y André Rouille, “Historia de la fotografía”, ed. Martinez Roca, Barcelona, 1988.
[2] Ver: Kossoy, Boris, "1833: a Descoberta Isolada da Fotografia no Brasil", ed. Duas Cidades, Sao Paulo, 1980.
[3] Hay quienes sindican al padre de Niépce como un representante secreto de la monarquía francesa, quien intentara establecer infructuosas relaciones con el nuevo gobierno de Buenos Aires con la intención de evitar el triunfo de las ideas jacobinas. Ver: Félix Luna, “Historia integral de los argentinos”, ed. Planeta, 1998.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Equipo



Los fotógrafos de experiencia sensible.
De izquierda a derecha: Gustavo Frittegotto, Norberto Salerno, Pablo Tapia, Constanza Vicco, Gerardo Repetto, Julio Fuks.

Inauguración de la muestra











jueves, 1 de noviembre de 2007

nota al margen

Los post que siguen, hacia abajo, forman parte de una suerte de torbellino de ideas, de anotaciones, de lo que se ha ido reflexionando respecto al programa fotográfico en gral.
para llevar adelante esta experiencia fotográfica.